El significado de los alfileres en tu boda

Hay una tradición que últimamente está cogiendo fuerza gracias a las creaciones de nuevas artesanas que luchan por personalizar algo tan pequeñito como un alfiler. Seguro que has ido a alguna boda y la novia ha repartido a todas las mujeres unos alfileres; pero, ¿sabías por qué se hace?

La tradición dice que una joven toleadana se enamoró de un galán. Como en las mejores películas, los padres de él no estaban de acuerdo con el noviazgo y por ello lo enviaron a Italia. Pero la distancia no fue suficiente para poder con el amor y él le escribía cartas diariamente. Con el paso del tiempo, estas cartas dejaron de llegar y ella, desesperada, acudía cada día al lugar en el que se despidieron y al recordar lo mucho que se querían, se clavaba un alfiler para no caer desmayada por la pena. Un día, antes de clavarse el alfiler, apareció su amado arrepentido y la historia acabó en boda. Desde entonces, cuando las mujeres querían hacer volver a un novio olvidadizo, se clavaban un alfiler y lo tiraban en la hornacina de la virgen. Se decía que transcurridos mil días, el novio volvería a los brazos de su amada.

Pero, ¿sabías que no es la única leyenda a la que se le atribuye el origen de esta tradición? Hay otra menos mística. Y es que antiguamente era común heredar el traje de novia y que las mujeres de una misma familia lo luciesen. Por ello, el traje se arreglaba con alfileres para el gran día y, al finalizar el mismo, las novias se quitaban todos y cada uno de ellos ya que se decía que daba mala suerte guardarlos. Así, se repartían entre las amigas solteras para que, en el día de su boda, llevasen los alfileres que tanta suerte le habían dado a otras.

Actualmente, los alfileres se han convertido en símbolo de buena suerte y las novias se los regalan a las mujeres para desearles la dicha. Se dice que las mujeres casadas han de llevarlo boca arriba y las solteras, boca abajo. De esta manera, perder el alfiler durante la boda asegura que el amor está a punto de llegar.