Imagina celebrar tu boda y tu Luna de Miel a la vez, en un destino paradisiaco, o una gran ciudad, o en medio de una preciosa montaña. Las «bodas en destino» han llegado para quedarse y cada vez son más los novios que apuestan por ellas. Son bodas para las que los novios y los invitados se desplazan fuera de la ciudad habitual y, pese a que puedan parecer difíciles de organizar, nosotros les vemos una serie de ventajas e inconvenientes que merecen la pena sopesar. ¿Los enumeramos?
Empecemos por las ventajas:
- Son bodas con menos invitados, más íntimas y personales. Al tener que sufragar un viaje, los novios invitan solo a los más allegados (o la lista de confirmaciones se va reduciendo alrededor de ellos) por lo que son bodas sin compromisos en la que los novios disfrutan de sus amigos y familiares más allegados.
- Disfrutas de la Luna de Miel desde el minuto uno (aunque a veces puedes preferir no tener a los invitados todo el rato a tu lado) ya que como sueles ir con tiempo de antelación a cerrar detalles, estás en destino unos días antes.
- Tendrás unas fotos únicas en un sitio nada habitual. Imagina esas fotos en México, o en medio de Central Park. ¿No te estás viendo ya allí?
En cuanto a inconvenientes:
- Los trámites pueden ser más extensos y hay que tener muy en cuenta los tiempos que requiere cada uno de ellos al realizarlos desde la distancia.
- Suponen un gasto extra para los invitados, que tienen que hacer frente a un viaje. Aunque suelen concentrarse en temporada vacacional para que todos puedan acudir y mucha gente se los toma a modo de vacaciones, es cierto que el desembolso es mayor que el que se realiza como invitado para una boda.
- Puede que sea más complicado de organizar o que te de miedo no tener todos los detalles con los que sueñas. Sin embargo este inconveniente es fácil de solucionar si cuentas con una wedding planner especializada que te ayude a hacer la boda de tus sueños fuera de tus fronteras.
¿Os animaríais a celebrar un enlace así? ¿Cuál sería vuestro destino soñado?