¿Cómo nos gustaría celebrar nuestra boda? Ésta es la primera cuestión que debería plantearse una pareja que ha tomado la decisión de casarse y, aunque parece que lo que acabo de decir es la mayor obviedad del mundo, creo que en muchas ocasiones no se madura con el suficiente detenimiento y es donde radican muchos de los problemas y quebraderos de cabeza que se generan a la hora de organizar una boda.
Imagen: Branco Prata
En muchas ocasiones he sido testigo de cómo los novios terminan organizando una boda con la que no se sienten identificados en absoluto por las expectativas o los deseos de terceras personas. Del mismo modo, la cantidad de información y tendencias nuevas que encontramos en la red, puede distraernos de la finalidad de la celebración; que en definitiva es disfrutar al máximo de un momento único en la vida. Por eso mi consejo es que antes de correr a comunicar a las personas más cercanas la buena nueva, te sientes con tu pareja y habléis acerca del tipo de ceremonia que queréis organizar, si se trata de algo más tradicional u os gustaría huir de convencionalismos y acercaros más a la idea de una fiesta para que celebrar el amor. Cuando lo tengáis claro, bien sea porque tenéis una idea más o menos parecida de lo que queréis o porque habéis llegado a un punto de equilibrio entre lo que a ti te gusta y lo que le gusta a él, es el momento de informar a familia y amigos.
Imagen: One love photography
Otro de los puntos importantes a la hora de organizar la boda es contar con un presupuesto estimado e intentar no saliros de él. Para esto tenéis dos opciones: recopilar información acerca de lugares de celebración, decoración, fotógrafos, etc; o acudir a un Wedding Planner que os puede hacer una estimación del presupuesto en función de lo que queráis hacer. En ocasiones ellos pueden llegar a precios más ajustados que los que conseguiríais por vuestra cuenta. Es importante ser realista con lo que podéis abarcar tanto por presu, como por tiempo real. Una boda de mañana puede dar para organizar más actividades; pero una de tarde, tiene una duración más limitada y si organizáis demasiadas cosas igual termina pareciendo una gincana. Es bueno tener tiempos muertos en los que disfrutar de un ratito de charla con los invitados o poder saludar a la gente.
Imagen: Cassie Rosch
Otro consejo en la misma línea es el de no abusar del «Do it yourself». Efectivamente es más barato hacer las cosas uno mismo que contratarlas a un tercero. Pero debéis tener en cuenta que muchas de estas cosas se tienen que hacer en el último momento y en esa última semana antes de la boda el tiempo es una de las cosas que no os va a sobrar. La calidad siempre debe primar sobre la cantidad.
Soy Elena Rivera Asesorarte, y me dedico al asesoramiento integral de la imagen de la novia. Mi formación como Técnico de Grado Superior en Asesoría de Imagen me permite ir más allá del estilismo, pudiendo ejecutar el peinado y maquillaje. Mi trabajo consiste en acompañar a la novia en todo el proceso de toma de decisiones a cerca de su imagen. Después de 4 años de profesión, es un privilegio formar parte de un momento tan especial de sus vidas y colaborar en que sientan que son la mejor versión de si mismas.