Seguro que ya estás pensando en todos los detalles de tu gran día. Tienes el vestido, los zapatos… pero, ¿te has preguntado alguna vez por qué las novias llevan un ramo de flores? Al igual que las arras de boda, tiene su origen en la tradición. En Grecia y en Roma los novios llevaban alrededor del cuello un collar hecho con hierbas aromáticas y especias que además de ahuyentar a los malos espíritus simbolizaban la fertilidad y la nueva vida.
Fue en la Polinesia donde por primera vez se usaron flores con motivos ornamentales en las celebraciones de enlaces. Además, se tiraban pétalos de rosa a la novia para simbolizar su delicadeza. ¿Quién no querría incorporar un detalle así a la salida de su celebración?
Se dice que en la Edad Media el ramo tenía un uso mucho más práctico (aunque nos parece menos romántico y preferimos el anterior) y es que, debido a las malas condiciones de higiene de la época, el uso del ramo compuesto de flores frescas era una buena manera de disimular ciertos olores y disfrazarlos
Cuando en 1840 la Reina Victoria contrajo matrimonio se usaban incluso flores comestibles, con las que luego disfrutaban los invitados durante el banquete. Durante esta época además las flores formaban una parte fundamental del cortejo, ya que cada una tenía un significado. Y las novias, lejos de hacer recaer su elección sobre el ramo en colores o en tipos de flores lo hacían basándose en el significado de cada una de ellas. ¡Toda una declaración de intenciones hacia su prometido!
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Se me ocurre una idea: hacer un ramo de fresas, por ejemplo, con tantas fresas como invitados. Y crear una tradición que sea que cada invitado tiene que felicitar a la novia y llevarse una fresa. Podría ser un símbolo de cómo la novia quiere compartir con todos su felicidad. Así los invitados y la novia tienen su momento divertido y emotivo.
Me valen también: fresas de chuches, claveles para llevar en la solapa, alfileres «monos»…
¡Nuevas tradiciones! ¿Por qué no? 🙂