Ésta es una de las dudas que os acechan cuando os vais a casar, llegando a condicionar otros aspectos de vuestra boda, como el tipo de ceremonia. “Como mi ceremonia es civil, no debo llevar velo” o “es imprescindible que lleve velo porque me caso por la Iglesia”. Yo soy una defensora a ultranza de los velos de novia en el estilismo nupcial. Creo que, junto con el vestido de novia, es uno de los elementos más identificativos de la novia y con más significado, independientemente de las creencias o los formalismos preestablecidos.

Los tipos de velo son incontables, la primera clasificación de estos podría ser en función del tejido. Y os preguntaréis, «pero si todos los velos son de tul, ¿no?». Y en efecto es así, pero hay diferentes acabados de tul, más o menos tupido, más o menos rígido, con el hilo más o menos grueso… Esta elección sí es determinante ya que cada tipo de tela se comporta de una manera diferente y nos aportará un efecto más dramático y recargado en el caso de los velos fantasía – que flotan alrededor de la figura de la novia – o más sencillo e informal, como el velo sedoso que no suele verse por delante pero que cuando la novia pasa ayuda a que su imagen sea más esbelta y delicada. En función del tipo de tela, también nos encontramos con velos de tul plumeti, es ese tul que hace dibujos de puntitos que pueden variar en su tamaño y forma.

Velo de novia Blanco de Novia

Otro tipo de clasificación sería entre velos sencillos o velos adornados. Aquí podríamos meter la mantilla de encaje, que en muchas ocasiones es de herencia familiar o de anticuario. Son auténticas obras de arte y por su empaque suele condicionar más el estilismo que los velos sencillos. Las mantillas sí tienen una connotación religiosa, por lo que su uso está más indicado para este tipo de ceremonia. No obstante, mi opinión es que las normas o el protocolo están para ayudarnos y no para limitarnos. Si la ilusión de tu vida es llevar la mantilla con la que se casaron todas las mujeres de tu familia, pero tu boda es civil…¡adelante! Esa mantilla tiene un significado para ti y no tienes por qué prescindir de ella en un día tan importante. En la línea de la mantilla, pero un poco menos recargado, estaría el velo amantillado. Se trata de un velo sencillo, al que se ha cosido una blonda de encaje en todo su perímetro o parte de él. Al igual que la mantilla, condiciona más el estilo de la novia – sobretodo si la blonda es por todo el velo desde la parte superior de la cabeza. En el caso de que el adorno se centre en la parte inferior, lo que hará es enmarcar la cola del vestido; y, si se trata de un velo sedoso, ayudará a que se encoja menos a medida que la novia va caminando. Otra opción es el velo sencillo cortado y sin rematar. El tul es una tela que no se deshila en el corte por lo que no hay ningún riesgo de que se deshaga y es el más indicado para las novias que quieren aportar un toque más informal. También puede ir rematado por un cordón, cinta o canutillo, si la opción de llevarlo cortado no os convence (sobre todo a las mamás). En los dos casos, el efecto en el estilismo es igual, no condicionando en absoluto. También podemos encontrar velos adornados con cristales, apliques o retales del mismo encaje del vestido.

Velo de novia Blanco de Novia

La longitud del velo es otro de los puntos que más dudas generan. Lo habitual es que el velo supere en un metro la longitud de la cola del vestido, por lo que habrá que medir desde el punto de sujección de la cabeza hasta el extremo de la cola y añadir un metro. También debemos tener en cuenta el ancho del mismo, que debe ser como mínimo medio metro más por cada lado del ancho del vestido en el punto en el que toca el suelo.

Si lo que queréis es ir veladas, es decir, que una parte del velo os tape por delante, también lo tendréis que tener en cuenta a la hora del largo del velo. Lo que tenéis que decidir es por dónde queréis que llegue el velo. Hay dos medidas de referencia; la línea del pecho o la de la cintura. La elección entre una u otra será en función de vuestro gusto personal.

Velo de novia Blanco de Novia

En cuanto a la medida del velo, existe otro tipo que es el velo corto, muy popular en Estados Unidos y sobre todo en los años 50. Es un velo de capas, en tul fantasía (el que tiene mayor rigidez) y su imagen está tan vinculada a los vestidos cortos de silueta New Look de Dior. ¡Yo no me atrevería a llevarlo con otros estilos!

Por último recordar una tendencia actual que ha surgido hace poco más de dos años, como son los velos de colores. Si eres una novia atrevida, y te gusta poner un toque de originalidad en tu look, sin duda apuesta por ellos. Elige siempre una tonalidad pálida o empolvada, y el color en función de tus gustos o lo que quieras que simbolice. En cualquier caso siempre en un tul sencillo, sin adornos y preferiblemente sedoso.

Soy Elena Rivera Asesorarte, y me dedico al asesoramiento integral de la imagen de la novia. Mi formación como Técnico de Grado Superior en Asesoría de Imagen me permite ir más allá del estilismo, pudiendo ejecutar el peinado y maquillaje. Mi trabajo consiste en acompañar a la novia en todo el proceso de toma de decisiones a cerca de su imagen. Después de 4 años de profesión, es un privilegio formar parte de un momento tan especial de sus vidas y colaborar en que sientan que son la mejor versión de si mismas.

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